Las Marzas son una tradición ancestral de Cantabria, Burgos y otras provincias del norte de España.
Esta tradición celebra la llegada de la primavera cada 28 de febrero y data de tiempos prerromanos. Tiene profundas raíces en la cultura local y se ha mantenido viva a lo largo de los siglos.
Origen y Significado
Las Marzas simbolizan la renovación de la naturaleza y el inicio de un nuevo ciclo agrícola.
Antiguamente, estas canciones marcaban el fin del invierno y la bienvenida de una época de fertilidad y abundancia. Los marceros, grupos de hombres y mujeres, recorren las calles durante la noche cantando coplas que alaban la llegada de la primavera, piden prosperidad para el nuevo año y agradecen a la tierra por su fertilidad.
Las Coplas y su Estructura
Las canciones, conocidas como «coplas marceras», son composiciones poéticas que incluyen alabanzas a la primavera, peticiones de alimentos y bebidas, y agradecimientos. Estas coplas tienen una estructura fija y se transmiten de generación en generación, preservando la esencia de la tradición.

La Celebración
La noche del 28 de febrero, los marceros se reúnen en la plaza del pueblo o en un punto de encuentro acordado.
Desde allí, inician su recorrido por las calles, deteniéndose en cada casa para cantar y pedir obsequios. Los vecinos, conocedores de la tradición, esperan a los marceros con alimentos típicos como chorizos, huevos, dulces y vino. Esta práctica no solo fortalece los lazos comunitarios, sino que también asegura que todos participen en la celebración de la nueva estación.
Importancia Cultural
Las Marzas son una manifestación del patrimonio inmaterial de Cantabria y Burgos.
A través de esta tradición, se preservan las costumbres y valores de la comunidad, se fomenta la convivencia y se mantiene viva una parte esencial de la identidad cultural de la región. Además, las Marzas son un ejemplo de cómo las comunidades rurales celebran y agradecen los ciclos naturales que determinan su modo de vida.
Modernización y Continuidad
Aunque las Marzas han evolucionado con el tiempo, adaptándose a los cambios sociales y culturales, la esencia de la tradición se ha mantenido intacta.
En la actualidad, las festividades pueden incluir actividades complementarias como concursos de coplas, representaciones teatrales y talleres para enseñar a las nuevas generaciones la importancia de esta celebración.
Celebración en Cantabria
En Cantabria, la tradición de las Marzas se mantiene viva en muchos municipios y localidades. Algunos de los pueblos donde pueden verse las Marzas son Piélagos, Torrelavega, Santander, Reinosa o Polanco.
Las Marzas se cantan en Cantabria el último día de febrero o el primero de marzo. Los marceros salen por la noche a cantar las Marzas en rondas, formando dos grupos que se responden. En algunas localidades como Polanco, la tradición está especialmente arraigada y se menciona en obras literarias como las «Escenas Montañesas» de José María de Pereda.
Celebración en Burgos
En la ciudad de Burgos, las Marzas se celebran el 28 de febrero, tanto en el centro como en Gamonal. La tradición consiste en reunirse alrededor de una hoguera y cantar las Marzas. A veces, estos cánticos están acompañados suavemente por la dulzaina para resaltar las voces.
Alrededor de las 22:00, los jóvenes se congregan en la plaza. Para cantar, deben solicitar permiso al Alcalde. Si el permiso es concedido, las Marzas se cantan hasta la medianoche.