En Anear nos gusta organizar rutas gastronómicas y enológicas para nuestros clientes. Sin embargo este tipo de turismo todavía es muy poco conocido. A pesar de que los vinos españoles son reconocidos de forma internacional creemos que en España nos falta todavía un poco de cultura sobre el vino. Si así fuera estamos seguros que muchos más clientes nos contactarían para visitar bodegas, destilerías o hacer talleres de cocina junto con los productores locales.
Más allá de las famosas denominaciones de origen de Rioja, Rivera de Duero y alguna más, muchos españoles desconocemos la inmensa cantidad de opciones que se producen en todo el país.
No solo hablamos de vino también otros licores y bebidas alcohólicas que son dignas de mención y reconocimiento. Por eso hemos preparado este post sobre cinco bebidas no tan conocidas fuera de nuestro país pero que son parte de nuestra cultura y tradición.
Sidra asturiana
Especialmente popular en el norte del país, la sidra asturiana es una bebida elaborada a base de zumo de manzana fermentado.
También existe una versión de sidra espumosa similar a un vino espumoso, pero que se diferencia en su sabor dulce y aroma a manzana.
No solo es la bebida alcohólica más popular de Asturias, también juega un papel importante en la cultura de Asturias y de otras provincias cercanas.
Por ello, es una bebida indispensable de las reuniones sociales sobre todos en fiestas populares donde la sidra es la excusa para reunirse y pasar un buen rato.
Según la tradición, la sidra se vierte de las botellas desde una gran altura, para que el alcohol tenga tiempo de airearse camino de la copa. A este proceso se le conoce como escanciar y lleva un tiempo aprender a hacerlo sin desperdiciar toda la sidra.
Su sabor es suave y es perfecto para cualquier momento del día, para acompañar con algún picho o bien para abrir el apetito antes de cenar.
Txakoli del País Vasco
El txakoli es un vino joven, afrutado y ligeramente espumoso producido en la provincia de Guipúzcoa (principalmente en los alrededores de Getaria y Zarauz).
Fresco con aroma a hierbas y manzanas, chispeante y con una acidez elegante, es perfecto para descubrir la tradición vasca.
El sabor es principalmente cítrico, siendo ideal para entrantes, pescados, mariscos, carnes blancas y verduras a la parrilla.
La primera mención del txakoli se remonta al año 1520, y aunque existe desde hace siglos, en estos últimos años es cuando ha ganado más popularidad.
El vino se producía en fincas para consumo propio y para la venta. Pero no fue hasta finales del siglo XX, cuando se creó y describió la zona donde se produce el txakoli, así como los requisitos del propio vino.
Las uvas para este vino se cosechan a mano de arbustos que tienen entre 25 y 50 años. En este caso, se produce a partir de dos variedades locales: Hondarrabi Zuri (variedad principal) y Hondarrabi Beltza.
Orujo de Potes (Cantabria)
Potes, un precioso pueblo de aspecto medieval situado a los pies de los Picos de Europa. Esta localidad cántabra es el escenario de la Fiesta del Orujo, que tiene lugar cada segundo fin de semana de noviembre.
Producido según métodos tradicionales de destilación, el Aguardiente de Orujo es sin duda el licor más emblemático de Cantabria. Se obtiene de la destilación del orujo (hollejos de uva) de las zonas vitivinícolas de otras provincias del norte de España, ya que la producción de uva en Cantabria es muy pequeña.
El proceso tradicional de destilación del orujo es mediante el uso de ‘Alquitaras’. Estas son los tradicionales alambiques de cobre que se utilizan en el valle de Liébana, del que Potes es la capital.
Si quieres saber más acerca de Potes, el valle de Liébana y sus alrededores te recomendamos nuestro post sobre qué ver ceca de Potes.
Albariño de Galicia
La variedad de uva albariño es la utilizada para elaborar este vino. Cultivada principalmente en la provincia de Pontevedra pero apreciada en todo Galicia.
El típico vino albariño joven tiene un color amarillo pálido con tornasol verde o pajizo. Tiene un aroma elegante, rico, y afrutado-floral, dominado por notas de melocotón o albaricoque, cítricos, manzana, jazmín y flores blancas.
La fragancia no es intensa, sino muy duradera. Además, el sabor es fresco y sutil, con un cuerpo medio.
Por otro lado, es expresivo y aterciopelado en boca. El mejor albariño se caracteriza también, por la presencia en nariz de notas saladas muy sutiles.
Esta cepa es perfecta para la maduración del vino sobre sedimentos de levadura. Entonces, la bebida adquiere una estructura más sedosa, profundidad adicional, aromaticidad y vivacidad.
Un bebida obligatoria si pasas por Galicia durante tus vacaciones.
Pacharán de Navarra
Se obtiene de la maceración de las endrinas, fruto del árbol Prunus spinosa, coloquialmente llamado endrino silvestre. El pacharán es, por lo tanto, un licor y no una bebida fermentada.
Se suele elaborar de forma artesanal ya que este fruto es muy común. Aunque también hay muchas marcas comenciales que la elaboran.
Para su maceración se puede combinar con canela, frutas u otros frutos silvestres. Existen un montón de recetas en internet para su elaboración o bien para su uso en otros platos y postres.
Esta bebida es bastante fuerte por lo que además de consumirse con moderación se recomienda combinarla con hielo y tomarla bien fría.
Quizás es la bebida menos conocida de esta lista pero algunos expertos en coctelería la aprecian mucho por su versatilidad así que quizás en unos años recupere su fama.
¿Qué te han parecido nuestras recomendaciones? La gastronomía y la enología son parte de nuestra cultura y siempre nos gusta promocionarlas para que cada vez más gente las conozca.