Muchísima gente conoce el norte de España y caen enamorados de sus paisajes, su cultura y gastronomía. La gente local también hace mucho, por supuesto, aunque el clima más bien frío de esta zona influya en el carácter, pero son por lo general gente amable que nos recibe con los brazos abiertos. Encantados de darnos las indicaciones necesarias para orientarnos bien por el mapa, lo cual no es fácil a veces. Y eso es lo que vamos a intentar aquí también.
Visita por la ruta de los acantilados de la costa quebrada de Santander
La verdad es que una visita por la ruta de los acantilados de la costa quebrada de Santander es el mejor camino para encontrarse con uno mismo. Y si dicen que la nostalgia es revivir los momentos felices, por qué no, probemos en una atalaya natural que nos permite otear el mar infinito y quedarnos atónitos cuando rompe contra las rocas.
Un espectáculo natural que es gratis y que uno no se cansa de ver, una y otra vez, pero es que además estaremos rodeados por la otra parte de montes muy bonitos. Y lo mismo nos va a pasar si nos vamos al otro lado, hacia la bahía, y observamos el espectáculo que encontramos al otro lado del puerto de Santander. Las montañas más cercanas y lejanas que nos recuerdan que por ese lado están algunas de las cordilleras más altas de la península ibérica.
Faro del Caballo en Santoña
Una ruta de apenas 10 Km (ida y vuelta) si partes del paseo marítimo de la villa marinera de Santoña es lo necesario para contemplar este precioso paisaje. Sin embargo te va a hacer falta el ánimo suficiente para poder con los 800 peldaños que llevan hasta este pequeño faro. Una visita que se ha hecho muy popular últimamente. Con vistas a Laredo, su gran playa y los impresionantes acantilados de la zona para que las fotos de tu paso por Cantabria sean espectaculares.
El palacio de Ocharan, en Castro Urdiales
El palacio de Ocharan, en Castro Urdiales, es una de esas joyas desconocidas que abundan por todo el norte. Con una arquitectura y un jardín maravillosos que no tienen nada que envidiar al Palacio de Sobrellano y el capricho de Gaudí, en Comillas, completan la ruta costera montañesa por el lado contrario a esa costa asturiana, en el punto más cercano ya a Bilbao. Y la verdad es que merece la pena darse un paseo por esta villa tan bonita, con monumentos y una impronta marinera muy importante.
Posiblemente verás a los esforzados remeros de las traineras, que se entrenan en cualquier momento para competir con sus rivales de las villas marineras vascas o del resto de Cantabria.
Faro de Ajo y la intervención artística de Okuda
El faro de Ajo se ha convertido en una atracción turística de primer orden después de que se hiciera famosa la intervención artística de Okuda, un grafitero de fama internacional, originario de esta tierra.
Esta intervención ha suscitado cierta polémica ya que muchos prefieren ver el faro pintado de forma convencional y no tan llamativa. Sin embargo es una buena excusa para acercarse a este parte más tranquila de la costa de Cantabria y opinar por uno mismo.
Esta zona de la costa se trata del punto geográfico más septentrional de Cantabria, el cual ha sido testigo de grandes aventuras marineras. Por ejemplo, el famoso hundimiento del Carranza, un barco que se perdió con casi toda su tripulación en una turbia noche de tormenta, salvándose unos pocos marineros. Fue un acontecimiento que marcó mucho a la provincia, a finales del siglo XIX, pero hubo más sucesos trágicos relacionados con la mar: la galerna de Viernes Santo que se relata en la novela Sotileza, de José María de Pereda, narra la muerte de más de 300 pescadores montañeses y vascos.
Visita a Comillas
En la mitad oeste de la costa de Cantabria encontrarás la localidad de Comillas. Otra villa marinera que merece al menos pasar un día completo para ver todo lo que ofrece.
La visita a El Capricho de Gaudí es una visita imprescindible para conocer una de las obras más coloristas y originales de este arquitecto catalán. Sin embargo comillas tiene otros lugares como el Palacio y Capilla de Sobrellano, su paseo marítimo y su playa, la Casa del Duque de Almodóvar del Río o su centro histórico que bien merece un paseo.
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