Visitar Cantabria es mucho más que disfrutar de su excelente paisaje natural. Este enclave del norte de España es muy rico en cultura y así lo demuestra a través de un sinfín de museos que no te puedes perder en tu próximo viaje.
En el caso de que desees conocer a fondo la historia de la zona, así como la del resto del país, visitar algunos de estos rincones, repartidos por varias de sus ciudades, será una actividad casi obligatoria. Y es que existen algunos museos de Cantabria muy interesantes que debes conocer.
Museo de Altamira
Por supuesto, no se puede viajar a Cantabria sin disfrutar del Museo de Altamira. Desde el año 2002, la visita a Altamira está centrada en el nuevo museo, desde donde puedes acceder a la neocueva. Se trata de una réplica estudiada y minuciosa de la cueva original donde podrás ver con detalle este enclave histórico.
Ubicado a tan solo 2 km de Santillana del Mar, el Museo de Altamira es una visita imprescindible en tu viaje a Cantabria. Además, cuenta con aparcamiento gratuito en la entrada y desde allí podrás disfrutar de las diferentes salas de exposición antes de llegar a la neocueva.
Dentro del museo existen varios paneles informativos, así como un sinfín de objetos expuestos. Todo ello ayuda al visitante a situar a Altamira en el contexto de la prehistoria. Además, también emiten de forma continua un documental muy interesante para conocer más.
Museo de Prehistoria y Arqueología
Otro de los museos que no pueden faltar en tu visita a Cantabria es el Museo de la Prehistoria y Arqueología. Situado en el Mercado del Este de Santander, justo en el centro de la ciudad, se trata de una de esas visitas que merecen la pena y que te resultarán de lo más interesantes.De por sí, su edificio llama de primeras la atención. Construido entre los años 1839 y 1842 de acuerdo con los planos de A. Zabaleta, además fue declarado como Bien de Interés Cultural en 1986.
Dentro del museo, por otro lado, están ubicadas salas como la biblioteca, los laboratorios de investigación y restauración, así como otras salas importantes. A través de él tendrás la oportunidad de dar un paseo por la historia.
Museo Marítimo del Cantábrico
Este es uno de los museos que no te puedes perder si eres amante del mar. Es también un excelente plan para hacer en Santander con niños.
El Museo Marítimo del Cantábrico está ubicado entre el promontorio de San Martín y la Playa de los Peligros. Es decir, en la misma orilla de la bahía, para fundirse aún más con su entorno.
Aquí podrás ver una gran cantidad de fauna marina que te dejará sin aliento. Un buen ejemplo de ello lo tienes en los ejemplares de macho de tiburón gris, procedentes de L’Oceanographic de Valencia, que ahora tiene el museo.
La Casona de Tudanca
Este es otro de esos museos interesantes que no pueden faltar en tu visita a Cantabria. La Casona de Tudanca está dentro del valle del río Nansa, en el núcleo de Tudanca. Este enclave fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1983 y tiene una gran importancia.
Perteneció a D. José María de Cossío, un importante literato que terminó donándola al gobierno de la región. Dentro de la Casona se dieron cita varios literatos de renombre, como Concepción Arenal, Miguel de Unamuno, Giner de los Ríos o Miguel Hernández, entre otros.
Asimismo, cuenta con una imponente biblioteca que recoge obras manuscritas y más de 25.000 volúmenes.
Museo de la Tortura
Si buscas museos interesantes para descubrir mucho más durante tu visita a Cantabria, el Museo de la Tortura debe estar en tu guía de viaje. Se trata de uno de los más especiales de la zona, también situado en Santillana del Mar, un pueblo de obligado paso durante tu visita.
En cuanto al museo, está ubicado en una casona típica de la zona conocida como “El Solar”. Allí existe un pequeño jardín donde se pueden ver algunas de las armas con las que, en la antigüedad, se amenazaba a la población. Algunos ejemplos son la guillotina, el pico de empalamiento o el toro de fuego, entre otros.
Museo de la Naturaleza de Cantabria
Si eres amante de la naturaleza, este museo cántabro también te encantará. Se ubica en Carrejo, un núcleo cercano a Cabezón de la Sal, en una zona donde el paisaje también llama la atención. De este modo, se empieza a conocer la naturaleza de Cantabria antes de entrar al museo.
La Casona de Carrejo, lugar donde se ubica el museo, es un edificio del siglo XVIII declarado Bien de Interés Cultural desde 1984. Se trata de una espectacular construcción que invita a conocer la naturaleza cántabra en su máximo esplendor. Nada más entrar, te recibirá un documental para empezar tu aventura.