¿Te imaginas descubrir iglesias medievales escondidas en valles perdidos, con capiteles que cuentan historias de dragones y santos? El norte de España guarda uno de los tesoros mejor conservados del arte románico, y te aseguramos que merece la pena conocerlo.
Si estás planeando una escapada diferente por Cantabria y alrededores, esta ruta por el románico te va a sorprender. No solo por la belleza de los templos, sino por los paisajes espectaculares que los rodean y los pueblos con encanto donde se encuentran.
Por qué el románico del norte es especial
Lo que hace único al románico de esta zona es su perfecta integración con el entorno. Aquí no encontrarás grandes catedrales urbanas, sino pequeñas joyas de piedra que parecen haber brotado de la misma montaña. Son iglesias que han visto pasar siglos mientras los pastores llevaban sus rebaños a los puertos altos y los peregrinos cruzaban hacia Santiago.
Cantabria: donde el románico se encuentra con el mar
Santoña y su iglesia marinera
Empezamos nuestra ruta en la costa, en Santa María del Puerto de Santoña. Esta iglesia del siglo XII es perfecta para entender cómo el románico se adaptó a la vida marinera. Te recomiendo subir temprano por la mañana, cuando la niebla todavía envuelve el monte Buciero.
Los capiteles de la portada están decorados con aves y grifos, y si te fijas bien, verás influencias islámicas en su curiosa torre. Después de la visita, date un paseo hasta las playas de Berria o sube al Faro del Caballo (eso sí, prepárate para las 700 escaleras de bajada).
Datos prácticos: Desde Santander son 25 km (30 min). Visita libre. Aparcar en el pueblo y subir andando (10 min).
Santillana del Mar: mucho más que las tres mentiras
Vale, Santillana puede parecer muy turística, pero su Colegiata de Santa Juliana es una auténtica maravilla que justifica la visita. El claustro es mi parte favorita: tiene 43 capiteles que son como un cómic medieval en piedra. Verás escenas bíblicas mezcladas con animales fantásticos que parecen salidos de un bestiario.
Mi consejo: visítala a primera hora o al atardecer para evitar grupos. Y ya que estás, aprovecha para callejear por el pueblo, disfrutar de su gastronomía y rincones únicos.
Castañeda: el gigante escondido
A solo 12 km de Santillana encontrarás la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda, y te prometemos que te dejará con la boca abierta. Es enorme comparada con otras iglesias románicas de la zona, con un ábside tripartito que impresiona.
Lo mejor es combinar la visita con una ruta de senderismo por los alrededores. El sendero que lleva al mirador del valle es sencillo (2 km) y las vistas merecen mucho la pena.
Otros tesoros románicos en Cantabria
Si te queda tiempo, no te pierdas:
- San Pedro de Cervatos: tiene los canecillos más «picantes» del románico español (ya verás a qué nos referimos cuando los veas)
- Santa María de Yermo (Cartes): con capiteles que parecen contar cuentos
- Valderredible: el valle con mayor concentración de románico rural, perfecto para perderse un día entero
Asturias: románico entre sidra y montañas
Santa María de Junco en Ribadesella
Esta pequeña iglesia del siglo XIII está en un alto con vistas espectaculares sobre el mar y el valle del Sella. Es sencilla pero tiene un encanto especial. Te aconsejamos visitarla al atardecer, cuando la luz dorada baña sus muros.
Aprovecha para visitar las Cuevas de Tito Bustillo (reserva con antelación) o darte un baño en la playa de Santa Marina.
Monasterio de Cornellana
El Monasterio de San Salvador en Cornellana (Salas) es una parada obligatoria del Camino Primitivo. Su iglesia conserva tres ábsides semicirculares preciosos. Está en restauración, pero se puede visitar.
Si vas en octubre, coincidirás con la Fiesta de les Castañes, perfecta para probar la gastronomía local.
Montaña Palentina: el paraíso del románico
Esta comarca es una de las favoritas por los amantes del románico. Hay más de 100 iglesias románicas en un área relativamente pequeña. Te sugerimos establecer base en Aguilar de Campoo o Cervera de Pisuerga y hacer excursiones de día.

Imprescindibles de la Montaña Palentina
- Santa María la Real (Aguilar de Campoo): el claustro es una de las piezas más notables del conjunto. Ahora alberga un centro de estudios del románico con visitas guiadas excelentes.
- San Salvador de Cantamuda: aislada junto al pantano, parece sacada de un cuento. La carretera para llegar tiene unas vistas increíbles.
- San Andrés de Arroyo: monasterio cisterciense con una sala capitular de extraordinaria belleza.
👉 Mira nuestro post sobre qué ver en el norte de Palencia.
Las Merindades de Burgos: románico sin multitudes
Los imprescindibles
- Nuestra Señora de la Antigua (Butrera): sus relieves exteriores están tan bien conservados que parecen recién tallados
- San Pantaleón de Losa: encaramada en una peña, parece imposible que hayan podido construirla ahí
- Santa María de Rioseco: un monasterio cisterciense enorme, parcialmente en ruinas pero muy fotogénico
La ventaja de Las Merindades es que apenas hay turismo. Puedes tener estas joyas para ti solo.
👉 Mira nuestro post sobre qué ver en el norte de Burgos.
Consejos para tu ruta románica
Cuándo ir: Primavera y otoño son ideales. En verano puede hacer mucho calor para las caminatas entre iglesias.
Duración recomendada: Mínimo 4-5 días para ver lo esencial. Una semana si quieres hacerlo con calma.
Alojamiento: Busca casas rurales en los pueblos pequeños. Son más auténticas y los dueños suelen conocer iglesias «secretas» que no salen en las guías.
Equipo: Lleva prismáticos para ver bien los capiteles altos y una linterna para los interiores oscuros.
Extra: Muchas iglesias rurales están cerradas, pero suelen dejar un teléfono en la puerta para contactar con el encargado. Ten paciencia, merece la pena.
Un viaje al pasado que no olvidarás
Esta ruta por el románico del norte no es solo un viaje artístico, es una inmersión en la historia viva de nuestros pueblos. Cada iglesia tiene su propia personalidad, sus leyendas y sus secretos.
Mi consejo final: no intentes verlo todo. Es mejor disfrutar de menos lugares con calma, sentarte en un prado junto a una ermita románica y dejar que la magia del lugar te envuelva. Al fin y al cabo, eso es lo que buscaban los constructores medievales: crear espacios donde lo terrenal y lo divino se encontraran.
¿Te animas a descubrir estas joyas del románico? Si necesitas ayuda para organizar tu ruta o quieres una visita guiada con expertos locales, nuestras agencias asociadas en Anear Cantabria estarán encantadas de diseñar una experiencia a tu medida.