Los Valles Pasiegos son un testimonio vivo de la historia, la cultura y la naturaleza que han marcado Cantabria durante siglos.
Más allá de los aspectos geográficos y del paisaje, la cultura pasiega es un modo de vida ancestral arraigado en el pastoreo y la explotación ganadera, reflejándose en elementos únicos como las cabañas pasiegas.
En este post vamos a hacer un repaso a los pueblos más bonitos de estos valles y un recorrido por la historia y cultura de la zona.
Historia y Patrimonio Pasiego
El Valle del Pas, cuna de la Cantabria rural, atesora una rica historia moldeada por monasterios medievales como San Vicente de Fístoles y la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda.
Esta región, repoblada en la Baja Edad Media, posee una arquitectura románica que perdura en templos como la Colegiata de la Santa Cruz en Castañeda y el Convento de San Francisco en Iruz.
Arquitectura Singular y Lugares Emblemáticos
El pintoresco municipio de Castañeda destaca con la Finca de San Juan, donde el Palacio de los Gándara y la Hostería de Castañeda pueden contar historias centenarias.
A poca distancia, la imponente Colegiata de la Santa Cruz, Monumento Nacional desde 1930, cautiva con su arquitectura y un Cristo gótico del siglo XIV.
Villacarriedo, hogar del Palacio de Soñanes, ofrece una muestra excepcional de construcción barroca, mientras que Selaya alberga el Museo de las Amas de Cría, un tributo a las mujeres pasiegas que dejaron sus hogares para cuidar de niños ajenos.
Descubriendo la Naturaleza Pasiega
Los Valles Pasiegos no solo son testigos de grandiosas construcciones, sino también de paisajes que enamoran.
Desde los altos puertos de montaña, como el Puerto de Estacas de Trueba, hasta las cotas más bajas, el Valle del Pas despliega cascadas, miradores y pintorescos pueblos.
En Vega de Pas, una de las Tres Villas Pasiegas, la plaza del Doctor Madrazo y la iglesia de Nuestra Señora de la Vega ofrecen un vistazo a la arquitectura montañesa tradicional.
El Museo de las Tres Villas Pasiegas complementa la experiencia, y las vistas desde el mirador de la Braguía proporcionan una perspectiva única del pueblo y su entorno.
Valle del Miera: Naturaleza y Legado Histórico
El Valle del Miera, atravesado por el río homónimo, se destaca como uno de los valles más estrechos y pronunciados de Cantabria.
Rodeado por altitudes elevadas, como el imponente Castro Valnera a 1707 m s. n. m., su morfología revela la presencia de rocas areniscas y calizas, así como depósitos glaciares que han dejado una huella kárstica y glaciar única.
Este valle abarca parcial o totalmente varios municipios, entre ellos Soba, San Roque de Riomiera, Miera, Liérganes, Riotuerto y Ruesga. En la cuenca alta del Miera, caracterizada por su relieve abrupto, se han descubierto cuevas con asentamientos prehistóricos, como Piélagos, Rascaño y Salitre.
En el valle medio, específicamente en el municipio de Miera, el río serpentea entre lapiaces cársticos como Porracolina y Las Enguizas. La carstificación en estos bloques calizos ha dado lugar a complejas cuevas, exploradas espeleológicamente, con fenómenos notables en Las Enguizas.
En el curso bajo, cuevas como La Fuente del Francés, La Garma y Los Moros exhiben ocupación prehistórica. En el siglo XVI, la actividad económica se desplazó hacia Liérganes, donde surgieron Reales Fábricas de Cañones en el XVIII para suministrar armas a los astilleros de Guarnizo y Colindres. El valle ha sido cuna de notables emigrantes, como Juan de la Cuesta Mercadillo y Ramón Pelayo de la Torriente, marqués de Valdecilla, vinculado a obras importantes en educación y sanidad.
Valle del Pas: Un Oasis de Naturaleza y Patrimonio
El Valle del Pas se erige como un rincón excepcional, fusionando de manera armoniosa el esplendor natural con la intervención humana.
Prados perennes, delimitados por muros de piedra y salpicados de cabañas, configuran un paisaje que destaca por su fuerte personalidad. En días soleados, la luz juega sobre el verde tapiz de los prados, otorgándoles una textura similar al terciopelo.
Con una historia humana que se remonta a más de 120,000 años, el Valle del Pas alberga sitios arqueológicos notables, como la Cueva del Castillo en el Paleolítico Inferior, estratégicamente ubicada en la salida del valle para el tránsito constante de la fauna hacia los pastos de altura. Destacan también las cuevas de Las Monedas y las Chimeneas en Puente Viesgo, consideradas auténticos «santuarios».
El punto de partida ideal para explorar este valle es Puente Viesgo, desde donde se pueden visitar joyas arquitectónicas como el Palacio de Fuentes Pila y la Iglesia de San Miguel, de estética neorrománica.
Hacia el sur, el Monasterio Franciscano y la Iglesia de Santa Cecilia en Villasevil son testigos del esplendor del románico del siglo XII.
Corvera de Toranzo alberga la Casa Solariega de Díez Villegas, mientras que en Acereda se erige la Iglesia parroquial de la Asunción del siglo XVII.
La travesía continúa por Vejorís, solar de Francisco de Quevedo, donde se encuentra la Iglesia Renacentista de Santo Tomás. Este rincón cautivador del norte de España ofrece no solo una rica herencia natural, sino también un patrimonio arquitectónico que enriquece la experiencia de quienes lo exploran.
Valle del Pisueña: Tesoro Histórico en un Entorno Natural Sobresaliente
El Valle del Pisueña se despliega como un espectacular paisaje de media montaña atlántica, donde el río Pisueña actúa como el protagonista que configura el relieve y define los terrazgos más fértiles.
Con una ocupación que remonta sus raíces a la Edad de Bronce, evidenciada por el famoso Caldero de Cabárceno, datado alrededor del 1000 a.C., y una continua actividad minera en la Edad de Hierro, intensificada tras la conquista romana por la proximidad al Portus Victoriae en Santander.
La época medieval dejó su huella con la formación de núcleos poblacionales, buscando la protección de los monasterios que ejercían poder territorial y social. A partir del siglo XII, los campesinos libres se encomendaron a la nobleza laica. El patrimonio distintivo del valle se materializa en las emblemáticas cabañas pasiegas de uso ganadero que salpican el paisaje.
Además, el legado arquitectónico incluye la Iglesia de San Jorge, la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda y la Iglesia románica de San Andrés. La reformada Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con intervenciones en los siglos XVI y XVII, destaca como un ejemplo notable del románico cayonés. Frente a la Iglesia de San Andrés, se erige la Casona de Ceballos el Caballero, una joya arquitectónica que merece una visita detenida. Este valle, con su rica historia y su entorno natural excepcional, constituye un tesoro que fusiona la herencia cultural con la belleza del paisaje.
Conclusiones: Rutas Imprescindibles y Tesoros Naturales
Explorar los Valles Pasiegos va más allá de las construcciones y la historia. La Ruta del Nacimiento del Pas, con la impresionante cascada Churrón de Agualto, invita a sumergirse en la belleza natural. La Ruta de las Cabañas permite descubrir las históricas construcciones pasiegas, algunas de las cuales han sido rehabilitadas para los visitantes.
En el corazón de Cantabria, los Valles Pasiegos despliegan un tapiz de historia, cultura y naturaleza. Desde las construcciones monumentales hasta los rincones naturales, cada rincón cuenta una historia única. Para aquellos que buscan una experiencia auténtica, sumergirse en los Valles Pasiegos es descubrir un pedazo de historia viva, donde la cultura pasiega sigue siendo un legado palpable en cada rincón de este impresionante rincón de España.